El origen de los vinos de Santorini se remonta 3500 años en la historia, y la producción y el comercio vitivinícola ya gozaba de un gran prestigio en el año 1700 a.C.

 

Su particularidad se debe a una conjunción de condiciones medioambientales y a la forma de cultivo, que han hecho de este vino lo que es hoy.

 

Por una parte, está el microclima de la isla (clima muy seco, ambiente árido, viento caliente y falta de agua) y por otra parte, su suelo poroso con piedras de origen volcánico.

Además está la particular forma de cultivo en razón de las condiciones anteriores: es necesario lograr que la competencia entre las viñas sea mínima, por eso la densidad de plantación es pequeña y las vides son cultivadas a una altura bajísima y adoptan una forma muy curiosa de cestos entrelazando los sarmientos para proteger las uvas del viento y de la humedad.

 

Santorini es inmune a la filoxera ya que sus suelos volcánicos no contienen  arcilla,  necesaria para que los parásitos puedan sobrevivir. Como resultado, muchas de las raíces que se encuentran en las vides de Santorini tienen siglos de antigüedad.

El 70% de las plantaciones está dominado por la uva Assyrtiko, mientras que la tinta Mandelaria ocupa un 20% y el resto las Akiri y Aidani blancas (ahora las hay también tintas).

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Uno de los vinos mas característicos es  Vin Santo del Santorini, es un vino dulce de postre.

 

Vinsanto no se somete a ninguna chaptalización y se compone sólo de los azúcares naturales y ácidos de las uvas.  Se elabora a partir de uvas tardías que se han secado al sol durante 12-14 días, con uva de Assyrtiko  al menos en un  51%,  a continuación se trituran y fermentan y se envejecen durante un mínimo de 24 meses en barricas de roble. Vinsanto debe alcanzar un mínimo de 9% vol.