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LA GOMERA
La orografía abrupta, de muy difícil cultivo, es la constante de La Gomera; bancales con paredes de piedra en terrenos de fuertes pendientes. La vid se cultiva de forma rastrera sobre el suelo, si bien destacan en la zona de Hermigua los parrales de altura media, adaptándose a las irregularidades del terreno. La espaldera se ha instalado en aquellas parcelas que lo permiten.
La forastera blanca constituye la variedad más representativa de la Isla y la mejor valorada enológicamente por su adaptación y potencial aromático. Con respecto al resto de blancas destacan las Listán Blanco, Marmajuelo y Malvasía; entre las tintas cabe citar Listán Negro, Negramoll, Castellana y Tintilla.
Los vinos mayoritarios son blancos secos y jóvenes, aunque también son interesantes las mistelas y dulces naturales. Los blancos de forastera gomera destacan por su color amarillo limón, bastante intenso, limpio y brillante. En nariz es de buena intensidad aromática recordando fruta pasada. En boca tiene buena estructura de acidez y cuerpo.
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